Un poema es un concentrado de ritmos, una alquimia de letras, voces, oídos, ojos y afectos. Un poema adormece, lleva a un movimiento pausado o asciende en un salto de alegría. Cuando el niño es pequeño y llama para saberse protegido, recurrimos a la palabra de ternura, de canturreo, arropándolo y meciéndolo con las nanas, esas pequeñas joyas del corazón.
Antologías para todos
Mi primer
libro de poemas. Madrid: Anaya, 1997.
Narices, buhitos, volcanes. Valencia: Media Vaca, 1998.
Pelegrin, A. Letras para armar poemas. Madrid: Alfaguara, 2000.
Traballengües, Trobalinguas, Eletrobak, Trovalenguas. Madrid: Asociación de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, 2005
Narices, buhitos, volcanes. Valencia: Media Vaca, 1998.
Pelegrin, A. Letras para armar poemas. Madrid: Alfaguara, 2000.
Traballengües, Trobalinguas, Eletrobak, Trovalenguas. Madrid: Asociación de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, 2005
Para jóvenes lectores enamorados del amor y la palabra
Antología. Efectos secundarios. Madrid: Anaya, 2004.
Neruda, Pablo. Los versos del capitán. Barcelona: Editorial Sol 90 S. L., 2002.
Raíz de amor. Madrid: Alfaguara, 1999.
Antología. Efectos secundarios. Madrid: Anaya, 2004.
Neruda, Pablo. Los versos del capitán. Barcelona: Editorial Sol 90 S. L., 2002.
Raíz de amor. Madrid: Alfaguara, 1999.
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La alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, inauguró el viernes
14 de marzo de 2014 las primeras cinco "Bibliocabinas", un proyecto
impulsado en Chile por el colectivo "La Biblioteca Libre" que permite
el intercambio gratuito de libros. La iniciativa recupera antiguas casetas telefónicas
ubicadas en el casco histórico de Santiago que han sido reconvertidas y
transformadas en estanterías de libros, donde la gente puede retirar los libros
pero también incorporar otros.
Esta
iniciativa busca fomentar la lectura en los chilenos, sobre todo entre quienes
no cuentan con los recursos para invertir en libros. El Municipio se ha
propuesto "acercar los libros al espacio público”, según expresó Carolina
Tohá durante la inauguración.
También
remarcó que la iniciativa, además de servir para superar la barrera económica y
que todas las personas puedan acceder a la lectura, también trata de
"generar la responsabilidad y la generosidad". La alcaldesa subrayó
que las personas al llevarse un libro "quedan comprometidas, pero no
amarradas por un contrato, sino por una voluntad".
De esta
forma –dijo– "los libros se transforman en un elemento de intercambio
accesible. Que un libro después de que sea leído por primera vez, no muera,
sino que vaya a parar a otras manos y sea leído una y mil veces".
El colectivo
“La Biblioteca Libre” desde el 2013 ha liberado y permitido el intercambio
gratuito de más de 23.000 libros entregados a cerca de 14.000 personas.
La idea es
que una vez que la persona finalice su lectura, reponga el libro en cualquiera
de las cinco bibliocabinas habilitadas.
Mientras
tanto, los voluntarios de "La Biblioteca Libre", se encargan cada
mañana y cada tarde, de reponer los estantes con libros de literatura,
ciencia, artes e historia, entre otras materias.
Como las
personas que retiran los libros, no están obligados a devolverlos, esta iniciativa
también apunta a promover la responsabilidad y generosidad entre quienes se
beneficien del programa.
Las cabinas
están ubicadas en Paseo Ahumada en su intersección con Alameda, Nueva York y
Agustinas y la intersección de Huérfanos con Estado y Paseo Estado con Moneda.
Cada libro
viene con un código y la idea es que el usuario de la publicación pueda
registrar que está en posesión de éste en la página www.labibliotecalibre.cl
El equipo de “La Biblioteca Libre” está constituido por tres jóvenes
santiaguinos: Carlos Mancilla (ingeniero Civil Eléctrico), Diego Ramírez
(estudiante de Ingeniería Comercial) y Raúl Muñoz (profesor de Educación
General Básica), más el apoyo de un gran número de voluntarios. Ellos
presentaron este proyecto el municipio, que gestionó los permisos para la
utilización de estas antiguas casetas telefónicas. –
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